¿Qué es Pensamiento creativo?


Comparto en el siguiente acróstico lo que es para mi Pensamiento Creativo.

Pensamiento creativo, desde mi punto de vista, es ser

Estratégico para crear productos y/o servicios

Novedosos y útiles para la

Sociedad del conocimiento en la que estamos y en

Armonía con la vida y el

Medio ambiente, por medio de la identificación de

Insights, que son verdades humanas o no reveladas, para hacer

Engagement y conectarnos con

Nuestros consumidores, clientes, usuarios o

Targets en los nichos de mercado que jugamos y

Orientando a posicionar la marca o el propósito, en el top-mind o top-heart de la gente.

Crear y colaborar, son dos competencias o habilidades

Relevantes y que nos diferencian de las demás especies porque nos permiten diseñar

Experiencias que se quedan en el cerebro reptil, a través de los

Atributos, beneficios y el valor de los productos/servicios, que identifican o monitorean

Tendencias del mercado, riesgos emergentes y oportunidades en este contexto lleno de

Incertidumbre. Con flexibilidad y estrategia, entre la zona de convencionalismo y de

Visión, permiten formular la zona de disrupción, que es el puente para que las

Organizaciones o startups, sean sostenibles, innovadoras y perduren en el tiempo con “kilometraje ilimitado”.

El rol posibilista del Estado para la creación de valor público


Resumen: A continuación, se describe cómo se percibe por el autor una propuesta de Mazzucato (2019), sobre el Estado Emprendedor: los riesgos y recompensas. Inicialmente se define el concepto de posibilista y la diferencia entre el concepto de Estado y Gobierno. Luego se describe un punto de vista de un Estado posibilista desde la corriente de la Nueva Gestión Pública, el Estado como componedor del Mercado y como creador de valor público. Finalmente, se indica la conclusión, abierta a la discusión.

Introducción

De acuerdo con la RAE, el posibilismo es una tendencia a aprovechar las posibilidades existentes para conseguir los objetivos que se pretenden. Ser una persona posibilista, desde el punto de vista del autor, significa intentar ver el vaso medio lleno para aprovechar las oportunidades y hacerle frente a las amenazas o retos que esta sociedad del conocimiento nos demanda. Ser posibilista, significa traducir los problemas y necesidades en nuevas oportunidades o capacidades, no solo a nivel personal u organizacional, sino también pensando en mejorar un contexto local, que pueda traer, a mediano o largo plazo, un desarrollo económico con externalidades de innovación positivas para la calidad de vida de los demás. Ser posibilista, significa buscar la co-creación de valor entre los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación – Estado, Academia, Empresa y Sociedad – para que le apuesten más a la invención y educación. En definitiva, ser posibilista, es un mindset o forma de pensar, que saca lo positivo de las diferentes situaciones, sin dejar al lado el pensamiento crítico y es eficiente con los recursos, la información o el conocimiento que tiene, para alcanzar un propósito superior, que trasciende la riqueza o el crecimiento económico personal hacia el bien común del Estado, Gobierno y la Sociedad.

Diferencia entre el Estado y Gobierno

A menudo, los ciudadanos confundimos el concepto de Estado y Gobierno. De acuerdo con Bracamonte (2002), define el concepto de Estado como la institución a través de la cual las acciones políticas se organizan en función del bien común, constituyéndose en una red de relaciones sistemáticas regidas por la ley. El Estado comprende otro concepto, más pequeño, que es el de gobierno, encargado de la administración del Estado con un grupo de hombres que periódicamente se renueva. Otra definición más actual es de Suárez, García y Domínguez (2012), donde afirman que la diferencia técnica-jurídica radica en que el Estado es la organización política de la sociedad y funciona en sus diferentes esferas. El gobierno es una parte de esa organización política, administra y ejecuta sus decisiones, presenta transformaciones en cuanto a sus formas y sistemas, no así para el Estado que siempre permanece idéntico en su esencia. Es decir, haciendo una analogía, el Estado es como si fuera una empresa ubicada en un contexto y territorio específico y el Gobierno es el Gerente y su equipo, que administra los recursos buscando transformaciones y negociaciones gana-gana para la sociedad.

Un Estado posibilista en la Nueva Gestión Pública

Un Estado posibilista es como lo que dice Mazzucato (2019) y que el autor está de acuerdo, es   el que tiene el papel de creador de mercado o de creación de valor a partir de la co-creación con empresas del sector privado, compartiendo riesgos pero también recompensas o ganancias. Lo anterior, está alineado con las prácticas de la Nueva Gestión Pública – NGP que surgieron en el Reino Unido, por Thatcher, Primera Ministra, entre otros, a principios de los 80. Thatcher impulsó cambios en la política de gestión pública en diferentes áreas tales como métodos organizativos, incluyendo el sector en el que trabaja el autor; Auditoría. Uno de los cambios que se pueden percibir de estas prácticas de la NGP en Colombia, es el Modelo Integrado de Planeación y gestión – MIPG, como herramienta de creación de valor público y para el mejoramiento de la gestión pública, en donde articuló el sistema de Control Interno con el Sistema de Gestión de las organizaciones. (DAFP, 2021).

El Estado como componedor del mercado

El autor está de acuerdo con Mazzucato (2019), en que cuando el Estado como componedor del mercado, el Gobierno tiene un papel pasivo en la sociedad. Desde el punto de vista macroeconómico, su principal función es el establecimiento de reglas, redistribuir la riqueza que crean las empresas y financiar bienes públicos básicos como infraestructura y educación. Desde el punto de vista microeconómico, “regulando los precios de los insumos y la producción y como componedor de los diferentes tipos de fallas de mercado.” Lo anterior, lleva a pensar de que si el Gobierno es visto como un impedimento del crecimiento económico, tiende a la posibilidad de materialización de riesgos como el de la Corrupción. Este fenómeno – La Corrupción – es uno de los que más afecta el Desarrollo Económico de un país. De hecho, es vergonzoso saber que Colombia es uno de los países del mundo en donde más corrupción se percibe, según el Índice de Percepción de Corrupción – IPC, ubicándose en el puesto 87 de 180 países que fueron medidos en 2021, con un puntaje de 39 y que solo ha incrementado 3 puntos en los últimos diez años. Lo anterior, se debe en gran parte por los abusos a los derechos humanos y deterioro de la democracia (Transparencia Internacional, 2021), así como a los hechos o fraudes comprobados por las autoridades o por entidades fiscales y del control interno en las instituciones públicas.

El Estado como creador de valor público

El autor está en desacuerdo con Mazzucato (2019), referente a que el Estado o el Gobierno financie proyectos, programas o empresas privadas para que se inventen o se transfieran tecnologías al mercado, como los casos de éxito que expone Mazzucato (2013) de Internet por la Agencia de Proyectos de Investigación Activados por la Defensa (Darpa por sus siglas en inglés); El sistema de posicionamiento global (GPS) de la Marina de los EE. UU., pantalla táctil por la Agencia Central de Inteligencia (CIA); y el asistente personal activado por voz Siri por Darpa nuevamente. Esto tiene riesgos, como los citados anteriormente, en donde lo que puede pasar es que dichas empresas aumentan su valoración y riqueza, pero que el Estado y la Sociedad en vez de percibir una retribución positiva, por ejemplo, para recaudar más impuestos o generar empleo, lo que sucede es que realizan operaciones internacionales para evadir impuestos (Johnston, 2014) o crear empleos poco decentes en donde explotan a la gente o les aportan una calidad de vida poco adecuada, como es el caso de Amazon.

Para que el estado sea percibido como creador de valor público, más que buscar tener retribuciones económicas, recompensas para el sector público o propendiendo aumentar la inversión en las empresas privadas, el autor considera que se debería trabajar desde los principios y valores de las personas, especialmente, desde los más pequeños, los niños, con el fin de que se cambie la cultura o el mindset que busca ser el “vivo” o aprovecharse del otro y más bien formando personas que entiendan que es mejor colaborar que competir y sobretodo, co-crear con diferentes grupos de interés que crear riqueza personal y adicionalmente, apostándole a implementar casos de éxito en Educación, como el de BBC del Reino Unido, citado por Mazzucato (2019), en donde la inversión en un programa de aprendizaje para que los niños aprendieran pensamiento computacional y más adelante a desarrollar software, trajo consigo efectos positivos, tales como aumentar el interés por nuevas tecnologías y la creación de ARM Holding, una de las compañías más exitosas que se dedica a la fabricación de microprocesadores, los cuales están presentes en casi todos los dispositivos móviles de nuestra vida cotidiana, tales como los celulares inteligentes y las tablets.

Finalmente, uno de los retos más cruciales para la creación de valor en el sector público, es cómo justificar proyectos innovadores, con altos niveles de incertidumbre y en donde los indicadores financieros no sean favorables. Por ejemplo, en el caso de aprobar un proyecto con el indicador del Valor Presente Neto – VPN es negativo y justificarlo desde el punto de vista de los beneficios sociales y ambientales, sin que esto se materialice en un detrimento patrimonial, ya que el presupuesto con el que se está ejecutando el proyecto proviene de los recaudos de los ciudadanos y son recursos o bienes públicos, los cuales, podrían verse como un riesgo materializado, siendo usado para experimentar o simplemente generar externalidades positivas en un mundo cada vez más competitivo y que quiere ver resultados a corto plazo, dado a que es más Volátil, Incierto, Ambiguo y Complejo (VUCA en inglés).

Conclusión

En definitiva, el posibilismo, más que una tendencia para aprovechar posibilidades, es un mindset  para identificar oportunidades y riesgos o amenazas de una forma proactiva. El Estado y el Gobierno son conceptos diferentes pero complementarios. Este último, está incluido en primero. Un Estado posibilista en la NGP es el que no solo invierte y asume riesgos en la investigación básica sino que también comparte ganancias, recompensas o regalías con el sector privado. El Estado componedor del mercado es un papel muy pasivo y puede ocasionar que se materialicen riesgos de fraude o corrupción mientras que el Estado como creador de valor público tiene un rol más activo y, si bien, podría darse el riesgo de evasión de impuestos, usa la co-creación para crear servicios y/o productos con el sector privado buscando desarrollo económico, es decir, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y los indicadores de innovación del país.

Por otro lado, el autor considera que la propuesta de Mazzucato (2019), puede no adaptarse muy bien en países en desarrollo como Colombia, ya que aún no se invierte un presupuesto adecuado para la investigación básica – según el porcentaje del PIB -, ni por las empresas privadas en investigación aplicada o desarrollos tecnológicos y en vez de buscar mitigar riesgos o la forma de obtener recompensas o más recaudo por parte del Gobierno, lo que se debería hacer, es trabajar más en la disminución de la corrupción, evasión de impuestos y en la implementación de propuestas como la del MIPG, en donde tiene como objetivos: fortalecer el talento humano, desarrollar una cultura organizacional sólida; mejorar el direccionamiento estratégico sin que se afecte por cambios en los cargos de libre nombramiento y remoción de los Gobiernos de turno; optimizar los procesos internos con tecnologías, productos o servicios de alto valor, y, teniendo como punto de partida principal, atender los derechos, necesidades y problemas de la ciudadanía para lograr mayor confianza y percepción de valor público. Este último, entendido como resultados observables y medibles que el Estado debe alcanzar para dar respuesta a las necesidades o demandas sociales. (DAFP, 2022).

By JOGA.

JOBS-TO-BE-DONE & ODI: INNOVACIÓN CENTRADA EN LAS NECESIDADES DEL CLIENTE.


Introducción.

Existen dos enfoques, muy populares, para innovar en un modelo de negocio o emprendimiento (ej. Startups). Los que comienzan centrándose en la solución o la idea y los que comienzan centrándose en las necesidades insatisfechas de los clientes.

El primer enfoque, el centrado en la idea, funciona en cascada y pasa por diferentes fases. La primera definiendo un alcance, creando el caso de negocio, desarrollando lo definido en el caso de negocio, probando y validando la idea y finalmente, lanzando al mercado el producto o servicio. Es algo similar a la siguiente imagen:

Fuente: Strategyn, 2018.

El primer enfoque es muy similar a la metodología de gestión de proyectos propuesta por el Project Management Institute – PMI en su PMBOK, en donde inicialmente, se evalúa la viabilidad de la iniciativa con un caso de negocio ante los patrocinadores y posteriormente, se crea el acta de constitución para asignar un director de proyecto que termine de formular, ejecutar y  los recursos y variables claves, tales como el alcance, tiempo y costo, calidad, riesgos, entre otros, con el fin de alcanzar los objetivos propuestos. Por lo general, este enfoque es robusto, lineal y no puede tener mucha incertidumbre o cambios con alto impacto. En este enfoque, también es común que realicen ejercicios de lluvias de ideas (brainstorming) en la que, sin tener un problema o necesidad claro, las personas generan cientos de ideas y luego las priorizar para cuales ejecutar primero para probar, fallar y ajustar rápido para validar rápidamente la idea. Pero el querer innovar sin conocer las necesidades o problemas de nuestros clientes, es como querer que un médico recomiende un tratamiento sin conocer los síntomas de la enfermedad.

En el segundo enfoque, el centrado en las necesidades del cliente, existen múltiples métodos para entender esta necesidad, tales como la observación, entrevista, encuestas, entre otras. Aquí es donde juega un papel protagónico el Jobs-to-be-Done – JTBD, porque es un método que nos permite identificar las necesidades detallándolas en trabajos que hacen los clientes, sus dolores, alegrías y resultados esperados.  Para hacer esto, se requiere de mucha empatía, con el fin de tener claro, por ejemplo, las emociones que siente el cliente.

Un poco de historia de JTBD.

JTBD es una teoría que empezó sus inicios en 1962, con Theodore Levitt, cuando dijo: “La gente no quiere un taladro de un cuarto de pulgada, quiere un agujero de un cuarto de pulgada.” 

En 1984, el equipo de cómputo de IBM llamado el PCjr se introdujo en el mercado e inmediatamente se declaró «un fracaso». Este fracaso inspiró a Tony Ulwick a intentar crear un proceso de innovación que mitiga el riesgo de fracaso.

Entre 1992 y 2000, Ulwick implementa por primera vez su teoría de un proceso de innovación en la empresa Cordis Corporation y, dos años después, valido el éxito de su proceso, liberando en el mercado 19 nuevos productos, los cuales algunos de estos llegan al top uno del mercado, pasando de una participación del 1% a más del 20%. Posteriormente, le otorgaron 12 patentes sobre innovación de procesos. A este método o proceso de innovación le asigna el nombre de Outcome-Driven Innovation (ODI) y lo presentó en una serie de reuniones en Harvard Business School.

En 2003, el profesor Clayton Christensen publico un libro llamado “La solución del innovador”. Ahí se popularizó la teoría JTBD y le dio el reconocimiento a Ulwick por las prácticas y su proceso de innovación llamado ODI.

En 2016, Ulwick publica el libro “Jobs-to-be-Done, Theory to Practice”, un libro que explica cómo las empresas pueden mejorar drásticamente sus índices de éxito en innovación al adoptar Jobs-to-be-Done Theory y ODI.

La relación entre JTBD y ODI.

La relación de estos dos conceptos es que JTBD es la teoría que busca entenderlas necesidades de los clientes y ODI es el proceso que permite ponerlo en práctica a nivel organizacional.

Caracterización de JTBD y ODI.

JTBD se caracteriza por ser un marco de necesidades que permite:

  • Categorizar, definir, capturar y organizar las necesidades o trabajos del cliente.
  • Vincular las métricas definidas por el cliente.
  • Con el conocimiento de las necesidades y muy especialmente, las insatisfechas, se podrá predecir nuevos conceptos, productos o servicios que impacten el mercado. 
Fuente: Ulwick, 2016.

Por otra parte, ODI se caracteriza por tener un conjunto de pasos interrelacionados que van desde la definición del cliente hasta la formulación de la estrategia del producto. Ver imagen 

Fuente: Jobs-to-be-Done, Theory to Practice, Ulwick, 2016.

Reflexionando sobre la segmentación de los clientes.

Una de las críticas de los expertos en modelos de negocios a las organizaciones grandes, tipo elefante y burocracitas, es que aún siguen segmentando los clientes por datos demográficos y psicográficos y esta práctica no es muy eficiente ya que crean objetivos irreales y con resultados que son muy subjetivos o que no están asociados a las verdaderas necesidades de lo que piensa y sienten los clientes.

Para entender mejor lo anterior, es que puede pasar de que un cliente joven entre los 18 años y 28 años de estrato social uno (1) pueda tener la misma necesidad que uno más adulto de más de 35 años en un estrato social más alto. Por ejemplo, al momento de arrendar un inmueble, ambas personas podrían estar buscando un apartamento similar, en el mismo sector, presupuesto, entre otros criterios del trabajo que están haciendo. Lo que no entienden las inmobiliarias actuales que los requisitos deberían ser diferentes, ya que es muy probable que el más joven no cumpla con la cantidad de documentos que solicitan por estar iniciando su etapa laboral. 

Para entender mejor las necesidades de los clientes, una de las herramientas claves es usar el mapa de la empatía, en donde se busca entender lo que piensa, siente, oye, ve, dice y hace el cliente al que queremos satisfacerle la necesidad. 

Estas herramientas pretender entender de más cerca las necesidades de los clientes y actualmente están siendo muy usadas para la creación de emprendimientos digitales. Prueba de esto, es el “Manual del emprendedor” que publicó el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicación- MINTIC para su programa Apps.co, en donde describe herramientas, técnicas y métodos como el JTBD, que pueden usar los emprendedores en Colombia para la validación de negocios digitales. Ver imagen: 

Fuente: Manual del emprender Apps.co

Caso hipotético de un trabajo por hacer con JTBD

Para entender mejor lo anterior, supongamos que un cliente tiene la necesidad de comprar un apartamento. Una de las recomendaciones financieras es disminuir su capacidad de endeudamiento para poder que el nuevo crédito de vivienda sea viable. 

Uno de los dolores de los clientes del sector financiero, es la posibilidad de aumentar o disminuir el cupo de su tarjeta de crédito sin tanto protocolo o burocracia, con el fin de manejar su flujo de caja o capacidad de endeudamiento de una forma más ágil y flexible. 

Este tipo de dolores los identificó claramente la Fintech NU Bank, en donde permite ofrecerle al cliente la posibilidad de aumentar y disminuir su cupo, en cualquier momento, por medio de su App y muy fácilmente.

Conclusión

  • JTBD es un marco de referencia que nos permite identificar más claramente las necesidades de los clientes a partir de los trabajos que realizan, sus dolores, problemas o necesidades.
  • ODI es un proceso de innovación que implementa la teoría de JTBD a nivel organizacional y ha demostrado su efectividad en muchas organizaciones a nivel mundial, incrementando en algunos casos la participación del mercado hasta en un 15%.
  • Se recomienda usar segmentación de los clientes, conocer nuevos arquetipos o prospectos, usando herramientas como JTBD y no demográficos porque son basados en resultados deseados y permiten medir el éxito más tangiblemente o capturar más valor.